4 errores a evitar a la hora de leer

errores hora de leer

Recientemente respondí un comentario que llegó al sitio acerca de la postura a la hora de estudiar y de leer. Como las nuevas generaciones leen muy poco, me pareció correcto ahondar un poco más en este tema. Por eso, en esta breve entrada hablaremos sobre algunos errores que se cometen a la hora de leer que nos terminan perjudicando, especialmente la salud.

Los problemas que contaremos a continuación se dan cuando se lee durante muchas horas. A veces no nos percatamos, hasta que ya es tarde y… tenemos la vista cansada o nos duele la espalda. Conozcamos entonces los 4 errores a la hora de leer.

Mala postura

En el artículo sobre por qué no hay que estudiar acostado abordamos en parte este tema. Se supone que se estudia estando sentado. Y obviamente, hay que estar bien sentado. Esto no tiene que ver con la disciplina sino con la salud de nuestra espalda.

A la hora de leer esto no es tan así. Leer sentado es una opción, pero hacerlo recostado no es necesariamente malo. Al contrario, puede ser bueno. Estamos hablando siempre en el caso de la lectura recreativa.

Una buena postura a la hora de leer nos puede ahorrar dolores en el cuello o en la espalda.

No hay una postura correcta para leer, pero si estamos en una posición rara un tanto incómoda (a veces no nos damos cuenta) entonces podemos hablar de posturas incorrectas. El gran problema de permanecer mucho tiempo en esta postura es que nos dolerá el cuello, o la espalda luego de un rato.

Para resolver el problema de la postura basta con percatarse. Es decir, parar de leer un segundo y pensar si estamos en una posición correcta.

Iluminación deficiente

Ya hemos hablado sobre el tipo de iluminación a la hora de estudiar. Lo ideal es que la iluminación sea natural. La luz del sol, no directamente, pero sí quizás a través de un cortinado o del reflejo en las paredes es una fuente saludable de luz para leer.

Es importante cuidar la vista cuando leemos. Para ello es necesaria una iluminación adecuada.

Si hablamos de luz artificial, tenemos que aclarar que hay de dos tipos. Por un lado, las lámparas frías, que emiten una luz blanca o azulada. Y por otro, las lámparas de luz caliente, que emiten luz amarillenta. Para leer se recomiendan estas últimas.

Más allá del tipo de luz, lo importante es que sea abundante para poder leer. No hay que leer a oscuras. Si lo hacemos, estaremos forzando la vista de forma innecesaria. Recuerden que si tienen problemas con la vista, deben consultar con el oftalmólogo.

Sostener el libro de forma inadecuada

Esto se da especialmente cuando se leen ejemplares grandes y pesados. También cuando no podemos usar las dos manos para leer. Por ejemplo cuando estamos en el transporte público y viajamos de pie teniendo que usar una de las manos para sostenernos. El problema que podemos tener derivado de esto es que nos duelan los brazos y las muñecas.

Un lector electrónico tiene una ventaja importante sobre el libro. Son livianos y pueden sostenerse con una sola mano.

En algunos casos sí somos conscientes de que el libro es pesado y lo estamos sosteniendo mal. Pero generalmente pensamos que es solo un momento. A veces ocurre que no podemos sostenerlo de otra forma debido al lugar donde estamos. Entonces la opción es leer sosteniendo mal el libro o no leer nada y quedarse aburrido.

La única recomendación posible aquí es utilizar lectores electrónicos. Son livianos y están hechos especialmente para poder ser sostenidos con una sola mano. Cambiar las páginas es tan simple como darle un toque a la pantalla y se puede hacer con la misma mano que sostenemos el libro.

Leer desde pantallas que emiten luz

Si leen desde dispositivos con pantallas que emiten luz como por ejemplo celulares y tablets, pues, van a terminar con la vista muy cansada. Esos dispositivos emiten radiación, al igual que las pantallas de las computadoras y los televisores.

Hay que evitar leer de dispositivos que emiten luz. Si vamos a utilizar lectores electrónicos, son más recomendables los de tinta electrónica.

La solución es no leer desde este tipo de pantallas. Hay que utilizar lectores electrónicos. Estos incorporan pantallas de tinta electrónica que no emiten radiación.

La única desventaja de los lectores electrónicos es que necesitan luz externa para poder leerse. Con esto volvemos al primer punto. Es recomendable tener abundante luz para leer ya sean libros tradicionales o libros electrónicos.

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