¿Cómo es el colegio industrial para hacer el secundario?

Hace mucho tiempo escribí un artículo acerca de las razones para elegir una escuela técnica para hacer el secundario. En esta ocasión voy a volver sobre el tema y voy a contar mi experiencia en un colegio industrial.

Antes de comenzar a relatar mi experiencia me gustaría hacer dos aclaraciones. En primer lugar, me voy a referir a las escuelas industriales de Argentina, específicamente de la Ciudad de Buenos Aires, que fue donde cursé. Este tipo de escuelas pueden ser elegidas para cursar los estudios secundarios. No conozco de algo equivalente en otros países, aunque imagino que deben existir.

En segundo lugar, tengo que aclarar que ya pasaron muchos años desde que egresé de la escuela técnica. Sin embargo sé que en gran medida, las materias, las orientaciones y, especialmente la rutina no ha cambiado.

Escuela técnica o industrial

Recuerden que a este tipo de escuelas se las suele llamar colegio técnico o escuela industrial. El nombre que llevan este tipo de escuelas oficialmente es el de técnicas. Es por eso que quizás la forma correcta sea “escuela técnica”, pero popularmente se lo suele conocer como “el industrial”.

En Argentina es posible elegir este tipo de educación para cursar los estudios secundarios. Las otras dos orientaciones más comunes son el de bachiller y el comercial.

La duración de la carrera en el colegio industrial

El colegio técnico dura 6 años en total. Un año más que las orientaciones de bachiller y comercial. Es una carrera larga. Los estudiantes ingresan con 13 ó 14 años y egresan con 18 ó 19 años.

La estructura de la carrera

La carrera se divide en dos. En los primeros tres años se lleva adelante el ciclo básico, que consiste, por un lado en una serie de asignaturas típicas de la secundaria como matemática, castellano, historia, geografía, etc. Por el otro, se combinan con distintos talleres por los que el alumno va pasando a lo largo del año.

Para el ciclo superior, los último tres años, el alumno debe seleccionar una especialidad dentro de las posibilidades que ofrece su escuela. A partir de allí, tendrá muchas materias técnicas específicas de lo que haya elegido y sus prácticas de taller serán exclusivamente orientadas a ello. A estas asignaturas y prácticas, se le suman algunas materias adicionales que pueden estar vinculadas a las ciencias sociales o, por ejemplo, a la literatura.

El título de la escuela técnica

El alumno que egresa de una escuela técnica lo hace con el título de técnico en la orientación que haya elegido. Esto lo habilita a realizar de forma legal una serie de actividades determinadas. Estas dependen, por supuesto, de la especialidad elegida. En el caso de elegir la orientación de Construcciones, el título es de Maestro Mayor de Obras.

Las orientaciones

Cuando hablamos de orientaciones nos referimos a la especialidad que los alumnos pueden elegir a partir del cuarto año, cuando comienzan el ciclo superior.

Las orientaciones disponibles actualmente son muchas. Tengan en cuenta que en algunas provincias de Argentina, hay escuelas muy específicas para formar técnicos que puedan aportar a sus principales industrias. Si prefieren una orientación muy puntual quizás no les quede cerca la escuela que la tiene. Por ejemplo, en la escuela donde cursé mis estudios secundarios, existía la orientación en refrigeración. La única escuela del país con esta especialidad.

Las orientaciones más comunes son las siguientes: agrotécnica, electromecánica, química, construcciones, electrónica, electricidad, mecánica e informática.

La rutina del estudiante de escuela técnica

En esta sección voy a contar la rutina que solía tener en aquellos años. Sé que en la escuela en la que cursé se mantienen los mismos horarios así que imagino seguirá siendo igual.

Turnos y horarios

En la escuela que cursé mis estudios secundarios se podía elegir el turno mañana o el turno tarde. En mi caso, elegí a la mañana porque estaba acostumbrado a un colegio primario de jornada completa, así que sabía lo que era levantarme temprano a la mañana.

Sin embargo, a pesar de la elección, había que cursar en ambos turnos. ¿Por qué? Porque la elección en realidad definía en qué turno se dictaban las materias teóricas y en qué turno las prácticas.

De esta forma, al elegir turno mañana, tenía materias teóricas todos los días de lunes a viernes de 7:20hs. a 12:00hs.

Dos veces a la semana, tenía taller. En mi caso, los días lunes y martes, de 13:20hs. a 17:40hs.

A otros de mi misma división les tocaba el mismo horario pero jueves y viernes.

Los miércoles, teníamos educación física por la tarde, en un horario que no recuerdo pero que no duraba más que 2hs. Es decir que tenía todas las mañanas ocupadas y dos tardes libres por semana.

colegio industrial herramientas

Quienes optaran por el turno tarde, tendrían sus horarios invertidos. Clases teóricas todos los días, de 13:20 hs. a 17:40hs; taller, dos veces a la semana, de 7:20hs. a 12:00hs.; y educación física también por la mañana. Todas sus tardes ocupadas y dos mañanas libres.

La carga horaria del colegio industrial es alta. Los días de taller el alumno ingresa a la escuela temprano a la mañana y sale del establecimiento terminando la tarde.

Como el horario era muy extenso, algo que siempre recuerdo es que en invierno, los días que tenía taller, entraba de noche a la escuela… y salía también de noche. Si bien al mediodía iba a mi casa para almorzar, la sensación final era que me había pasado todo el día en la escuela.

Tengan en cuenta que estos horarios corresponden a la escuela a la que fui yo. En otras escuelas pueden encontrarse con otros horarios y con las materias organizadas de otra forma distinta.

Asignaturas téoricas

En mi caso, las materias de la mañana eran las típicas de secundario: matemática, castellano, historia, geografía, instrucción cívica, biología, química, física, etc. Esta parte de la cursada del colegio técnico es muy parecido al comercial y al bachiller.

Entre las materias teóricas que aparecen, se destaca dibujo técnico. En esta asignatura se enseña a realizar dibujos de piezas y planos siguiendo determinadas reglas y utilizando una serie de elementos especiales de dibujo técnico. Además, en esta materia también se suele practicar caligrafía técnica.

Las rotaciones de talleres

Durante los primeros tres años, el alumno del colegio industrial pasa por distintos talleres. Entre los que pasé yo durante mi estadía puedo nombrar carpintería, herrería y fundición, hojalatería, electricidad, ajuste mecánico, tornería, máquinas eléctricas, electrónica y construcciones. La duración de cada taller depende. Algunos duran más y se repiten en cada año. Otros son una única vez en toda la carrera.

En la escuela técnica el alumno pasa por distintos talleres que le permiten conocer las diferentes áreas de especialización que existen en materia industrial.

En estos talleres se realizan trabajos prácticos manuales usando herramientas y máquinas.

Recuerdo que en ajuste mecánico le dimos forma a un bloque de hierro hasta convertirlo en una pinza. En fundición usamos tierra para luego crear adornos fundiendo aluminio. En hojalatería creamos moldes para tortas y budines.

Gracias al taller de electricidad aprendimos a armar circuitos eléctricos hogareños, conocimientos que aprovecho mucho hoy en día cuando tengo un problema eléctrico en casa.

En tornería, le dimos forma a distintas piezas. En construcciones civiles  levantamos paredes y en instalaciones sanitarias soldamos caños.

Dependiendo de la escuela y de la especialidad del taller, habrá distintos trabajos prácticos a realiza.

La idea de estos talleres es que el alumno conozca diferentes tipos de especialidades que lo preparen para el ciclo superior y también que lo ayuden a definir qué orientación elegir.

El ciclo superior

Luego de los tres años del ciclo básico, el alumno está obligado a elegir una orientación dentro de las que ofrece la escuela. En mi caso, elegí Electrónica. Tuve que cambiar de turno porque la escuela a la que fui solo tenía esta especialidad en el turno tarde. Pero más allá de eso, la rutina era igual para mí, solo que invertida.

A partir del cuarto año, el alumno del colegio industrial debe elegir una especialidad, la cual estudiará durante el ciclo superior de tres años.

Las asignaturas de teoría, que cursaba por la tarde, eran casi todas técnicas, es decir, relacionadas a la electrónica. Por la mañana, dos veces a la semana, tenía taller de electrónica y en el mismo turno pero otro día, educación física. En el sexto año de la carrera, se alteró la rutina porque si bien ya no se tenía taller, aparecía la asignatura Laboratorio, que se cursaba tres veces por semana a la mañana.

máquinas colegio industrial

Debo admitir que en el último año la carrera se hizo un poco más pesada. El ritmo y el nivel no bajan en ningún momento. Personalmente mantuve el rendimiento que tuve durante toda mi estadía en el colegio industrial, pero no veía la hora de terminar.

Lo mejor del colegio industrial

A continuación voy a enumerar aquello que considero lo mejor de mi paso por el colegio industrial. Tengan en cuenta que estos ítems están muy ligados a mi historia personal y a la escuela a la que me tocó asistir.

  • Aprendizaje de talleres: a pesar de que nunca fui muy bueno con los trabajos manuales, en el colegio técnico aprendí a usar herramientas, soldar y a manejar máquinas, entre otras cosas. Todo ese conocimiento lo tengo incorporado, y lo suelo desplegar para hacer arreglos en casa, ya que no me dediqué finalmente a la parte técnica manual.
  • Carga horaria similar a la de la universidad: la cantidad de horas de cursada y la cantidad de tarea para hacer me acostumbraron a estar estudiando casi todo el tiempo. Cuando comencé la universidad, sentí la diferencia de nivel, pero no la carga horaria.

Lo peor del colegio industrial

De la misma forma en que enumeré lo mejor, ahora hago lo propio con lo peor. Nuevamente tengan en cuenta que es desde mi punto de vista.

  • Horas perdidas en los talleres: más allá de la carga horaria, en los talleres hay demasiados tiempos muertos. Horas y horas en las que no se hace nada o se hace muy poco. Algunos talleres tienen mucho trabajo y requieren que el alumno esté 100% ocupado, pero otros están muy lejos de eso. Esto se traduce en horas perdidas.
  • Bajo nivel en matemática: al contrario de lo que muchos podrían creer, en la escuela técnica que fui, el nivel de matemática era muy bajo. Lo comprobé al ingresar en el CBC de la UBA, donde tuve que aprender muchos conceptos que no sabía por mi cuenta.
  • Poca diversidad de género: a pesar de que en los últimos años más chicas se han sumado a las escuelas técnicas, todavía el porcentaje de varones es mucho más alto. Esto hace que no haya mucha diversidad. La mezcla de géneros es necesaria para el desarrollo y el aprendizaje integral, puesto que en la vida real, la gente no está separada por géneros.

Preguntas y respuestas sobre el colegio industrial

Por último, me gustaría cerrar con las respuestas a algunas preguntas que seguramente muchos se pueden estar haciendo. Iré actualizando el artículo con preguntas interesantes que surjan en los comentarios.

¿Terminar un colegio industrial te obliga a seguir estudiando algo técnico?

Por supuesto que no. Hay muchos alumnos que egresan y luego deciden inclinarse por las ciencias sociales o las naturales. O incluso por el arte. Nadie queda obligado ni vinculado a seguir estudiando algo similar.

Tengan en cuenta que si cursan en una escuela técnica y tienen muy en claro estudiar luego en la universidad algo que no tenga nada que ver con la orientación elegida, estarán ingresando a la universidad un año después que los de su camada. Recuerden que el colegio técnico dura 6 años.

¿La escuela técnica es más difícil que un bachiller o un comercial?

No necesariamente. Eso depende mucho de la escuela a la que se asista. Los colegios más reconocidos suelen tener un nivel más elevado. Lo que sí podemos decir es que, en general, el industrial tiene mucha más carga horaria. Eso hace más difícil la carrera, pero no por un tema de nivel.

Pienso estudiar ingeniería, ¿me conviene estudiar en un industrial?

Esta es una pregunta bastante complicada de responder. Muchos creerían que la respuesta es sí. Sin embargo, lo más importante a la hora de estudiar ingeniería es tener un buen nivel de matemática. Es preferible optar por un colegio no industrial con buen nivel de matemática que ir a un industrial con un nivel pobre en esta materia tan importante.

Por supuesto que lo ideal sería cursar en una escuela técnica con excelente nivel de matemática.

¿Los talleres son seguros para los chicos?

Lo que muchos padres se deben estar preguntando es acerca de la seguridad en el colegio industrial. Se trabaja con herramientas cortantes, con soldadoras, con máquinas y también con electricidad. ¿Qué tan seguro es? Bueno, es muy difícil hablar por todas las escuelas, pero en general hay normas de seguridad y elementos para protegerse.

Respecto a la electricidad, sepan que en los primeros niveles se trabaja con baja tensión. Luego la tensión eléctrica se empieza a incrementar a medida que el alumno va pasando de año y ganando experiencia.

Si este tema los preocupa, les recomiendo que acudan a la escuela a la que estén pensando en enviar a sus hijos y pidan una entrevista con los directivos, como así también una visita guiada. Les recomiendo que si lo van a hacer, lo hagan un día en que haya clases. Allí podrán ver cómo se trabaja y si están garantizadas las condiciones de seguridad según su propia observación.

¿Cuál es la salida laboral que ofrece una escuela industrial?

En relación con la salida laboral, debo decir que es muy buena. Recuerdo al haber terminado la carrera, tener diversas ofertas para trabajar en empresas. Presumo que hoy en día esto debe haberse acentuado más, debido a la falta de mano de obra calificada. Algo que ocurre también en el área de informática.

Sin embargo, vale aclarar que es importante tener un buen promedio para poder destacarse y así poder acceder a puestos de trabajo en empresas.

Además de poder trabajar para empresas, un técnico tiene la capacidad de desempeñarse de forma autónoma. Hay muchos trabajos de mantenimiento que requieren técnicos especializados como los que egresan de escuelas industriales. Instalaciones eléctricas y sanitarias, arreglos de albañilería y reparaciones en general, son algunos de ellos. Y no sólo hablamos de trabajos manuales. Puedo poner el ejemplo de algunos de mis compañeros que eran muy buenos con el AutoCAD y trabajaban de forma independiente diseñando planos para terceros. De esa forma, se pagaban sus estudios universitarios.

Espero que este artículo les haya dejado un buen panorama sobre cómo es hacer el secundario en un colegio industrial. Si tienen alguna duda, pueden dejar comentarios. Aquellos que se repitan o resulten muy interesantes serán incorporados al artículo.

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