En este artículo nos vamos a detener en cómo preparar un recuperatorio. Estas instancias aparecen luego de que te haya ido mal en un examen. El recuperatorio es una nueva oportunidad de hacer las cosas bien y evitar estancarte en tu carrera.
Los fracasos son también útiles, porque, bien analizados, pueden conducir al éxito -Alexander Fleming
Esta frase célebre, que habíamos tenido el placer de conocer en este mismo sitio en entradas anteriores, fue dicha como ves, por Alexander Fleming quien descubrió la penicilina.
En este artículo voy a detenerme en eso de analizar los fracasos, con el objetivo de que te ayuden luego a convertir los errores en triunfos.
Tras desaprobar un examen, la frustración, la bronca y la desilusión a veces no te permiten darte cuenta de algo bastante importante: hay que volver a rendir esa evaluación hasta aprobarla.
En el instante en que ves que los resultados fueron adversos, aparece una nueva fecha de examen en tu calendario, la del recuperatorio (siempre y cuando esta instancia exista y no se te hayan terminado las chances).
Será importante, entonces, encarar esta nueva meta redoblando los esfuerzos, pero teniendo en cuenta los errores cometidos. Hay una serie de elementos que no puedes descuidar antes de volver a presentarte a rendir. Veamos cuáles son:
Consejos para preparar un recuperatorio
1. Encuentra las respuestas del examen
Tienes que encontrar las respuestas a las preguntas que no has podido responder. Quizás pienses que en la siguiente oportunidad no van a tomar lo mismo y que no tiene sentido hacer esto.
Pero sí lo tiene, porque entender el error te permite saber también qué nivel de conocimiento tienes de los temas y cuánto te faltó para aprobar.
Obviamente que para encontrar las respuestas tendrás que ir a los apuntes, los libros o consultar con los docentes.
2. Pasa las respuestas y resoluciones a tu carpeta
Incorporar las consignas y las resoluciones a la carpeta de la asignatura es una buena costumbre. Pasa a los apuntes teóricos o prácticos aquellos ejercicios y preguntas que hayan sido tomados en el examen. Incluso los que has respondido correctamente.
De esta forma, si en el peor de los casos tienes que rendir varias veces la misma prueba, estarás armando una especie de base de datos de posibles preguntas y respuestas correctas.
3. Reasigna prioridades
Luego de entrar en contacto con el examen puedes darte cuenta de qué tema tiene más peso. Ocurre que en algunas evaluaciones hay puntos que no pueden dejarse sin hacer.
En otras, aparecen dos o tres consignas combinadas que deben sumar un mínimo de puntos. También están las preguntas o ejercicios que valen más de la mitad de los puntos.
Al volver a estudiar para el recuperatorio es indispensable volver a determinar las prioridades para saber a qué temas dedicarles más tiempo y esfuerzo.
Resumiendo
Con estos simples para preparar un recuperatorio y, por supuesto, estudiando más, es posible que la próxima oportunidad logres aprobar.
Lo importante de este breve artículo es tener en cuenta que no puedes pretender ir de nuevo a un examen si aún no has comprendido en que te equivocaste la última vez que lo rendiste.
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Eso es todo por este artículo. Espero que te haya gustado y que puedas aplicar algo de lo que te expliqué.
Si tienes alguna duda, aporte o sugerencia, déjame un comentario al finalizar la entrada. Cuéntame también cómo haces para preparar tus recuperatorios.
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Gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Te espero en el próximo artículo de Mentes Liberadas.