En este artículo te explico unas de las técnicas de estudio más importantes de todas: cómo resumir un texto. Una técnica que podrás aplicar en una gran cantidad de materias en la universidad.
Las principales claves para resumir un texto son: hacer una lectura general, tener bien en claro el enfoque de la asignatura y avanzar párrafo por párrafo. Luego, llega el momento de subrayar, resaltar o transcribir. Mientras lo haces, define qué partes descartar. Por último, relee el resumen para ver cómo quedó.
Sigue leyendo y te cuento mucho más sobre esta técnica de estudio fundamental.
El resumen como herramienta para estudiar
A medida que avanzas en el sistema educativo, pasas de poca a mucha información para estudiar. Cuando empiezas en la universidad, puedes sorprenderte por el volumen de datos que hay que filtrar y retener. Es el momento donde saber resumir un texto hace la diferencia.
El profesor ya no dicta los temas, sino que indica un libro y de ahí debes extraer los conceptos. En clase se explicarán las ideas fundamentales, pero tendrás que recurrir a la bibliografía para conocer a fondo cada detalle y así poder comprender realmente la asignatura.
De golpe, si estás comenzando una carrera universitaria, te toparás con libros de muchas páginas que debes aprender.
Por supuesto que nadie puede estudiar y memorizar todo. Es por eso que existe el resumen, una herramienta para poder filtrar los contenidos y así lograr identificar lo más importante de un texto.
Aprender a resumir un texto es una de las técnicas de estudio fundamentales que un estudiante debe dominar. Vamos a ver algunos puntos importantes a tener en cuenta para realizar un buen resumen.
Claves para resumir un texto
1. Haz una lectura general
Antes de empezar a resumir un texto y subrayar, copiar o resaltar, tienes que tener una idea del texto que estás por resumir. Así que lo mejor es realizar una lectura pausada y completa.
También es una buena ocasión para buscar las palabras que no entiendes en el diccionario y para marcar aquellas dudas que tengas sobre qué significan algunas frases.
La lectura general permite saber, además, qué tan largo es el texto, ir pensando qué partes son las importantes y qué tan difícil es su comprensión.
Si el texto a estudiar no es demasiado largo, entonces puedes leerlo primero una vez para tener una idea general de qué se trata.
2. Ten en claro el enfoque de la asignatura
No todos los textos se resumen de la misma manera. Pongamos un ejemplo para que puedas comprender bien esto.
El texto que explica el funcionamiento de un automóvil tendrá puntos de interés distintos para un estudiante de mecánica y otro de electricidad. El primero seguramente prestará mayor atención a los engranajes y transmisiones, mientras que el segundo se centrará en temas como el motor y la batería.
Es importante que comprendas esto porque quizás te tientes a ahorrar tiempo bajando de internet resúmenes de libros ya hechos por otras personas, sin saber el enfoque que tenían quienes lo realizaron. Lo mismo ocurre si utilizas ChatGPT para que te resuma el texto.
3. Avanza párrafo por párrafo
Cuando comiences a resumir hazlo párrafo por párrafo.
La idea es marcar el concepto principal de ese conjunto de oraciones. Distinguir qué es lo importante es la clave de la comprensión de textos. Ayuda mantener una alta concentración y también tener experiencia en la lectura de estos tipos de textos.
Si no logras distinguir qué es lo importante, bien puedes hacerte algunas preguntas. ¿De qué está hablando esta parte? ¿Es una explicación? ¿Una definición? ¿Se está describiendo algo?
4. Subraya, resalta o transcribe
El resumen consiste en ir subrayando las partes del texto que consideres importantes. Conviene hacerlo con lápiz porque a veces puedes cometer errores.
Si el libro es prestado de una biblioteca, no corresponde hacerle marcas. Para ello, es mejor tomar notas y transcribir los conceptos.
La transcripción también tiene dos ventajas.
- Por un lado, permite parafrasear lo que está en el texto original. Es decir, usar otras palabras para explicar lo mismo. Palabras más fáciles.
- Por el otro, obliga a realizar el proceso cognitivo de la escritura, que algunos especialistas consideran beneficioso para el entendimiento y la memorización de los temas.
Cuando tienes fotocopias o apuntes impresos, el subrayado es la mejor opción, puesto que es mucho más rápido.
Los estudiantes más avanzados, que tienen mayor experiencia, se animan a usar resaltadores a la hora de resumir los textos.
Otros, prefieren no solo subrayar, sino también realizar una transcripción. Esto a veces es más cómodo para estudiar después. No hay que ir pegando saltos con los ojos a las partes resaltadas de un libro o fotocopia, sino que se tiene todo correctamente redactado en un apunte aparte.
El problema de transcribir el texto es que lleva mucho tiempo. Si cuentas con apuntes impresos, lo mejor es subrayar o resaltar. Esto es especialmente importante si estudias carreras teóricas.
No dejes de leer el artículo cómo estudiar grandes volúmenes de texto.
5. Define qué partes descartar
Lo que viene a continuación hay que tomarlo con pinzas.
A la hora de resumir un texto, por lo general, las aclaraciones que se realizan en el texto, los pie de página que incluyen notas o bibliografía y algunos ejemplos que se explican para ilustrar conceptos, no deben ser incorporados al resumen.
Recuerda que quieres filtrar y descartar todo lo que no es esencial.
Si estás haciendo un resumen y subrayas todo el texto, entonces seguramente estás haciendo algo mal.
6. Relee el resumen
Finalmente, al terminar de resumir es importante que vuelvas a leer el resumen y asegurarte de que quedó bien.
Puedes compararlo con el texto original para verificar que las ideas centrales hayan sido incorporadas. Cualquier defecto que encuentres se puede corregir.
Si realizaste transcripciones parafraseando algunas partes, es buena idea chequear que no hayas alterado el concepto original.
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