Estudiaste y al ver el examen te encuentras una o varias preguntas que te hacen dudar si no te equivocaste de aula para rendir. Vamos a ver cómo encarar esas preguntas difíciles o extrañas de examen.
Como estudiante sabes que el examen no siempre es igual a lo que has estudiado. Ocurre que quien te prepara para rendir no es el mismo docente que diseña la prueba. Otras veces lo que ocurre es que de forma intencionada buscan confundirte para ver cómo respondes.
De una manera u otra, el resultado es que te encuentras en el examen con una pregunta que no tienes ni idea de cómo responder.
Aquí unos consejos para descifrar qué es lo que hay que hacer.
1. No te desesperes al ver preguntas difíciles
En particular, si hay varias de esas preguntas difíciles en el mismo examen. Si te ganan los nervios, no vas a poder pensar con claridad que es justamente lo que más necesitas.
2. Lee varias veces el enunciado
Diez, veinte, veinticinco veces si es necesario. Presta atención al hacerlo. Lee con detenimiento, analiza, subraya, separa palabras usando corchetes.
En una palabra, descompone el enunciado todo lo que puedas. Quizás eso haga que saques un poquito más de información que a la primera leída.
3. Clasifica la pregunta
Estudiaste en base a un temario. Bien, entonces, ¿a qué tema corresponde esta pregunta?
Seguramente será complicado determinarlo, pero al menos al pensar qué temas abarca, estarás haciendo un mejor esfuerzo por entender qué te están preguntando.
4. Piensa en posibles respuestas
Si estudiaste varios días para el examen. ¿Qué estudiaste? Piensa para qué te preparaste ¿Qué es lo que se supone que tienes que probar que sabes?
Si es un ejercicio práctico, piensa qué tipos de ejercicios estuviste estudiando y a cuál se parece este.
5. Comienza a contestar
No hace falta que sea en la misma hoja del examen. Mejor toma una hoja borrador y comienza a ensayar una respuesta aunque no tengas idea adónde te lleve. Haz el mejor intento.
¿Cuál es el objetivo de hacer esto? Puede que en el medio se encienda esa chispa interior y develes el misterio. Esto es especialmente útil si estás resolviendo un ejercicio de matemáticas.
6. Empieza por lo más simple
Tal vez haya una pequeña parte que sí entiendas, pero que aparece “descolgada”, entonces comienza por ahí, que es lo único o lo que mejor entiendes.
Seguramente el resto de la respuesta o solución vaya apareciendo sola.
7. Pregunta al docente
A veces las preguntas difíciles se deben simplemente a que se cometió un error en el enunciado.
Si te permiten realizar preguntas durante el examen entonces es mejor aprovechar y sacarte la duda. Tal vez el profesor o la profesora te sepan orientar mejor.
No es el método que recomiendo, considero que entender el examen es parte de la prueba y que si abusas de las preguntas durante una evaluación no estás aprendiendo a pensar y a tomar decisiones por tu cuenta Pero la opción de hacerlo siempre está.
8. Abre tu mente
La mayoría de las veces que caes en estos casos de no entender una pregunta es porque no puedes verla en su totalidad. Es como pretender apreciar una obra de arte mirándola a apenas unos centímetros de distancia. Tal vez lo mejor es apartarse y ver todo de otra manera.
Aquí ocurre lo mismo, tienes que intentar ver la pregunta desde otra perspectiva. No es fácil, pero darte cuenta que estás en ese caso, ya es un avance.
Vinculado a este tema, te recomiendo que repases el artículo sobre pensamiento lateral, que trata justamente sobre pensar de otra manera.
No te desesperes y no te paralices
Lo más importante que quiero que te quede de este artículo es que en caso de encontrarte con una pregunta difícil, no entres en pánico. Si te paralizas, podrás perder no sólo esa pregunta sino también el resto del examen.
Piensa y aplica las técnicas que te presenté en este artículo. Es probable que en algún momento descubras cómo responder esa consigna.
Esto ha sido todo por este artículo. Espero que te sea de utilidad. Si te gustó, por favor compártelo con otros estudiantes.
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