10 tips para identificar a los malos profesores en la universidad

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Hay maestros y maestras geniales. Que te inspiran, que te hacen mejores, que te potencian. Pero también hay maestros que dejan muchísimo que desear. En esta nota, cómo identificarlos para evitar sufrir asistir a clases con alguien que no tiene el más mínimo interés en enseñar. Cómo identificar a los malos profesores.

¿Para qué identificar a los malos profesores?

Porque en la universidad tienes que tener cuidado con las clases.

A veces la persona a cargo de un curso no sabe dar clases o directamente no entiende nada del área que debería dominar. Eso te puede llegar a confundir.

Lo hemos visto en el artículo consejos para tomar apuntes en la universidad. Es importante siempre anotar quién da la clase. No es lo mismo un ayudante que un profesor. Y no es lo mismo el profesor que domina los conocimientos de la materia que el que no.

Identificar a los malos profesores, entonces, te ayudará a saber si las clases son confiables y también para no hacerte perder tiempo. Siempre que te sea posible, puedes retirarte de la clase.

Características de los malos profesores

Básicamente, una persona sin vocación de docencia tiene las siguientes características:

1. Tiene otro trabajo

Y no me refiero al docente que no le alcanza el sueldo y tiene que recurrir a otro empleo para vivir dignamente. No. Esta clase de profesores tiene una empresa (una consultora, por ejemplo), o es gerente en el sector privado.

No le interesa dar clases en realidad, pero sí le interesa alimentar su ego diciendo que es profesor. Y, además, nada mejor para aumentar sus honorarios que tener en su CV un ítem que diga “docente universitario”.

2. Llega siempre tarde

Su trabajo es su prioridad y cuando se hace tiempo, va a dar clases. Es por eso que llega siempre media hora o una hora tarde.

Por supuesto que no avisa, no pide disculpas y no ofrece ningún tipo de explicaciones. Para estas personas es algo completamente natural y lógico que pase de acuerdo a las prioridades que maneja. Primero otras cosas, luego dar clases.

3. Falta sin avisar

Como una extensión del  ítem anterior, si no puede ir, no va a dar clases. ¿Para qué avisar? Total el alumnado a él o a ella no le interesan.

Poco le importan los alumnos que recorren grandes distancias y pasan mucho tiempo en el transporte público para llegar a la sede de la universidad o al centro de estudios.

4. No se preocupa porque aprendas

Cualquier docente que ame su profesión sabe que lo más importante es transmitir conceptos y que estos puedan ser asimilados por sus alumnos. Pero a este tipo de docente esto no le importa. Da sus clase y listo. El que entendió bien y el que no… que se arregle.

5. Cuando le preguntas algo, no tiene respuestas

Hacerle una consulta a este tipo de docentes es inútil. Puede llegar a responder cualquier cosa con tal de irse y lo más seguro es que ponga alguna excusa para justificar su falta de conocimiento en un área que debería dominar.

6. Tiene dificultades con conceptos básicos

Puede ser que demuestren deficiencias en conocimientos básicos, aunque estos no pertenezcan a la asignatura que da. Sería un ejemplo exagerado, pero podría citar a alguien que da clases de matemática avanzada y no se acuerda bien como sumar y restar sin la calculadora.

7. Explica mal

Porque no tiene facultades didácticas. Puede que sepa de su área, pero no lo sabe transmitir. Las clases son un desastre.

Puede ser que vaya muy rápido. O que se olvide de explicar algo central y tenga que retroceder 40 minutos la clase. También puede ocurrir que no sepa cómo ordenar las ideas de una simple frase.

Explicar mal los temas que debería dominar es una señal importante.

8. Delega todo lo que puede

En el ámbito académico, los profesores se rodean de ayudantes. Pero alguien sin ganas de enseñar, lo que hace en realidad es usarlos y traspasarles absolutamente todas las responsabilidades para que lleven adelante la cátedra.

9. Tiene mala letra en el pizarrón

Esto se da en algunos casos. En otros, no. Depende mucho del docente. Pero muchas veces es un síntoma claro de que no están preparados para dar clases.

10. Interrumpe la clase para atender llamadas

¿Hace falta añadir algo más? Una cosa es una llamada de emergencia que no se extienda mucho. Pero atender el teléfono en plena clase durante varios minutos ya roza la falta de respeto. Más si se lo combina algunos de los ítems anteriores.

A estar alerta

En síntesis, esta nota pretende alertar a los estudiantes más nóveles que tienen un concepto alto de cualquier persona que se ubique frente a un curso. No todos son excelentes maestros, eso lo sabemos; pero están estos que son pésimos y pueden causarnos muchos problemas.

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Gracias por leerme.

Hasta el próximo artículo.

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