En este artículo te cuento cuáles son las principales características de los malos profesores en la universidad y por qué es tan importante que los identifiques.
Las principales características de los malos profesores son que tienen otro empleo, llegan tarde y no avisan cuando faltan. En cuanto a lo educativo, no se preocupa porque aprendas, tiene serios problemas para comprender temas básicos que debería dominar, no sabe responder preguntas que le haces, delega todo lo que puede en su ayudante, tiene mala letra en el pizarrón y, a menudo, interrumpe la clase para atender una llamada.
Buenos y malos profesores
Hay maestros y maestras geniales. Que te inspiran, que te hacen mejores, que te potencian. Son aquellos que te empujan a estudiar más y mejor. Incluso, algunos son los que te inspiran a estudiar una disciplina en concreto.
Sin embargo, también hay maestros que dejan muchísimo que desear.
Primero veamos por qué es necesario identificar a los malos profesores en la universidad.
¿Por qué hay que identificar a los malos profesores en la universidad?
Porque en la universidad tienes que tener cuidado con las clases.
A veces, la persona a cargo de un curso no sabe dar clases o directamente no entiende nada del área que debería dominar. Eso te puede llegar a confundir.
Lo hemos visto en el artículo consejos para tomar apuntes en la universidad. Es importante siempre anotar quién da la clase. No es lo mismo un ayudante que un profesor. Y no es lo mismo el profesor que domina los conocimientos de la materia que el que no.
Identificar a los malos profesores, entonces, te ayudará a saber si las clases son confiables y también para no hacerte perder tiempo.
Recuerda que, siempre que te sea posible, puedes retirarte de la clase.
Características de los malos profesores
Básicamente, una persona sin vocación de docencia tiene las siguientes características:
1. Tiene otro trabajo
Y no me refiero al docente que no le alcanza el sueldo y tiene que recurrir a otro empleo para vivir dignamente. No. Esta clase de profesores tiene una empresa (una consultora, por ejemplo), tiene un cargo público elevado, o es gerente en el sector privado.
No le interesa dar clases en realidad, pero sí le interesa alimentar su ego diciendo que es profesor. Y, además, nada mejor para aumentar sus honorarios que tener en su CV un ítem que diga docente universitario.
2. Llega siempre tarde
Su trabajo es su prioridad y cuando se hace tiempo, va a dar clases. Es por eso que llega siempre media hora o una hora tarde.
Por supuesto que no avisa, no pide disculpas y no ofrece ningún tipo de explicaciones. Para estas personas es algo completamente natural y lógico que esto ocurra de acuerdo a las prioridades que maneja.
Primero cualquier asunto personal, luego, dar clases.
3. Falta sin avisar
Como una extensión del ítem anterior, si no puede ir, no va a dar clases. ¿Para qué avisar? Total el alumnado a él o a ella no le interesan.
Poco le importan los alumnos que recorren grandes distancias y pasan mucho tiempo en el transporte público para llegar a la sede de la universidad o al centro de estudios.
4. No se preocupa porque aprendas
Cualquier docente que ame su profesión sabe que lo más importante es transmitir conceptos y que estos puedan ser asimilados por sus alumnos. Pero a este tipo de docente esto no le importa.
Un mal profesor da su clase y listo. El que entendió bien y el que no… que se arregle.
5. Cuando le preguntas algo, no tiene respuestas
Hacerle una consulta a este tipo de docentes es inútil. Puede llegar a responder cualquier cosa con tal de irse y lo más seguro es que ponga alguna excusa para justificar su falta de conocimiento en un área que debería dominar.
6. Tiene dificultades con conceptos básicos
Puede ser que demuestren deficiencias en conocimientos básicos, aunque estos no pertenezcan a la asignatura que da. Sería un ejemplo exagerado, pero podría citar a alguien que da clases de matemática avanzada y no se acuerda bien como sumar y restar sin la calculadora.
7. Explica mal
Porque no tiene facultades didácticas. Puede que sepa de su área, pero no lo sabe transmitir. Las clases son un desastre y nadie entiende nada.
Puede ser que vaya muy rápido. O que se olvide de explicar algo central y tenga que retroceder 40 minutos la clase. También puede ocurrir que no sepa cómo ordenar las ideas de una simple frase.
Explicar mal los temas que debería dominar es una señal importante.
8. Delega todo lo que puede
En el ámbito académico, los profesores se rodean de ayudantes. Pero alguien sin ganas de enseñar, lo que hace en realidad es usarlos y traspasarles absolutamente todas las responsabilidades para que lleven adelante la cátedra.
Si ves que son los ayudantes los que llevan adelante la asignatura, entonces es una señal de que detrás no hay un buen profesor.
9. Tiene mala letra en el pizarrón
Esto se da en algunos casos. En otros, no. Depende mucho del docente. Pero muchas veces es un síntoma claro de que no están preparados para dar clases.
Si un profesor da clases a menudo, tarde o temprano, desarrolla la capacidad de escribir bien en el pizarrón. Al menos, la capacidad para producir algo legible. Por lo tanto, no poder lograr esto puede ser un síntoma de falta de práctica en el dictado de clases.
10. Interrumpe la clase para atender llamadas
¿Hace falta añadir algo más?
Una cosa es una llamada de emergencia que no se extienda mucho. Pero atender el teléfono en plena clase durante varios minutos ya roza la falta de respeto. Esto empeora si lo combinas con algunos de los ítems anteriores.
Tienes que estar alerta para identificar a los malos profesores
En síntesis, esta nota pretende alertar a los estudiantes más nóveles que tienen un concepto alto de cualquier persona que se ubique frente a un curso.
No todos son excelentes maestros, eso lo sabemos; pero están estos que son pésimos y pueden causarnos muchos problemas.
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