El examen de opción múltiple es un viejo conocido para cualquier estudiante. Seguramente en algún momento te topes con alguno así. Los docentes los utilizan porque son fáciles de tomar y rápidos de corregir.
Para resolver este tipo de exámenes primero debes leer bien el enunciado. Luego, debes descartar opciones, tener cuidado con las opciones que restan puntos, sospechar de las respuestas fáciles y responder primero aquello que sabes con certeza. Además, puedes aplicar técnicas como ocultar las opciones al leer la pregunta o probar con cada una de ellas. Si las respuestas erróneas no restan puntos, entonces responde lo que no sepas al azar.
En este artículo, voy a explicarte en profundidad cada uno de estos consejos.
¿Qué es un examen de opción múltiple?
Un examen de opción múltiple, también llamado multiple choice, es un examen donde cada pregunta tiene opciones fijas y el alumno siempre debe marcar una única opción como respuesta.
En algunas pruebas, es necesario adjuntar hojas escritas donde se justifique la respuesta, pero en la gran mayoría de los casos, no.
Los exámenes de opción múltiple se suelen utilizar en instancias eliminatorias, donde se tiene un alumnado numeroso y se necesita filtrarlo. Estos exámenes se corrigen a grandes velocidades y, en algunos casos, los puede procesar directamente una computadora.
En ocasiones, hay variaciones donde se pueden seleccionar más de una respuesta como correcta. Sin embargo, en este artículo, me refiero exclusivamente a los exámenes de opción múltiple que solo tienen una respuesta correcta.
Estrategias para resolver un examen de opción múltiple
Veamos algunos consejos para encarar este tipo de exámenes.
1. Ten cuidado con las palabras del enunciado.
Leer bien el enunciado es siempre algo importante en cualquier tipo de examen. Pero en los exámenes multiple choice puede hacer la diferencia entre aprobar y desaprobar.
Si la pregunta dice «cuál de las siguientes opciones NO es…» tienes que prestar atención a ese «NO» que está negando la proposición. De la misma manera, debes tener cuidado con las generalizaciones.
Lee el enunciado varias veces, palabra por palabra. Asegúrate de comprender lo que te están pidiendo que respondas.
2. Descarta opciones
Una de las estrategias más efectivas para resolver un examen de opción múltiple es descartar aquellas opciones que tienes seguridad de que no son correctas.
De esta forma, aumentas la probabilidad de responder bien, porque incluso si dudas de las respuestas que quedan, habrá menos chances de error que si consideraras las descartadas.
3. Ten cuidado con las respuestas incorrectas que restan
¡Cuidado! Algunos exámenes de opción múltiple penalizan al estudiante que contesta mal para evitar que responda correctamente al azar.
Por eso, tienes que saber qué tipo de examen estás haciendo para determinar si conviene o no arriesgarse a contestar cuando no tienes 100% de seguridad en alguna pregunta.
De todos modos, generalmente, en este tipo de exámenes los estudiantes saben de antemano cuántas preguntas debes contestar correctamente y cuántas pueden fallar sin comprometer su aprobación.
Asegúrate de conocer bien estos datos antes de presentarte a un examen donde las respuestas incorrectas restan.
4. Sospecha de las respuestas fáciles
Recuerda que muchos de estos exámenes buscan la eliminación del alumno (en el sentido académico, por supuesto). Es por eso que se suelen ingresar respuestas o preguntas señuelo que buscan confundirte.
Debes tener cuidado cuando veas alguna pregunta con respuesta muy fácil. Sospecha de ella. Analízala. Prueba a ver si es posible que sea la respuesta correcta. Vuelve a leer el enunciado para comprobar si es todo tan sencillo como parece.
5. Contesta primero lo que sabes con certeza
Primero, asegúrate de responder todo aquello que sabes bien y que no tienes dudas al respecto.
Luego, calcula la nota que estarías obteniendo. Intenta definir si ya obtendrías un aprobado o si necesitas contestar más. Esto está relacionado con el punto 3, donde te conté que podía haber respuestas incorrectas que resten nota. Debes decidir si conviene seguir respondiendo o no. Yo sé que esto puede atentar contra tu sentido común de estudiante, de querer responderlo todo.
Sin embargo, ese tipo de exámenes donde las respuestas incorrectas restan, no son más que un juego. Y saber jugarlo es también parte de la evaluación. Si ya crees que tienes tu nota de aprobación, no tientes a la suerte con respuestas que pueden llegar a restarte puntos.
6. Oculta las opciones y piensa la respuesta
Lo malo de ver las opciones es que pueden influenciarte sin que te des cuenta. Una buena idea para evitarlo es ocultar las opciones al leer el enunciado de la pregunta.
¿Cómo sería eso? Usa tu mano para tapar las respuestas. Luego, lee la pregunta. Piensa cuál sería la respuesta. Una vez que la tengas en tu mente, quita la mano y lee las opciones. ¿Es alguna de las opciones la respuesta que estaba en tu mente? Si es así, hay grandes chances de que esa sea la respuesta correcta.
Sin embargo, no te dejes llevar por el momento de euforia. Revisa la respuesta para tener la certeza de que es realmente la correcta.
7. Responde lo que queda del examen al azar
Si no hay respuestas incorrectas que puedan restar o porcentajes mínimos de respuestas correctas o incorrectas, entonces toda aquella pregunta que no sepas deberás responderla al azar porque puede haber alguna posibilidad de que lo hagas bien.
Por supuesto que no todo debe ser 100% al azar. Si en algunos casos, estás entre dos opciones de cuatro posibles, escoge aquella que te parezca que es la correcta.
8. Prueba cada opción múltiple
Este tipo de exámenes de opción múltiple son como rompecabezas. Tu tarea es buscar la pieza que mejor encaja con la pregunta.
Cuando no sabes bien la respuesta, puedes tomar cada opción e incluirla en el contexto de la pregunta. Hazte las siguientes preguntas ¿Cómo se relaciona? ¿Cómo encaja? Eso puede ayudarte a encontrar la respuesta correcta.
El examen de opción múltiple y el tiempo
Muchas veces los exámenes multiple choice se toman en períodos de tiempo cortos para poner a prueba el dominio del alumno. Puede que el examen dure 20 minutos o media hora.
Si es el caso de una evaluación que tienes que dar, te recomiendo entonces el artículo sobre cómo resolver un examen en poco tiempo.
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