En un artículo anterior conocimos a la Generación Y, todos aquellos hombres y mujeres nacidos entre 1982 y 1994. En esta ocasión te voy a contar sobre la Generación Z que es la que le sigue, y son también llamados centennials. Se trata de quienes han nacido entre 1996 y 2006, aproximadamente.
Hay cierta discusión al respecto entre los estudiosos de este tema sobre hasta qué año debe abarcar e incluso, hay una subdivisión entre los Z1, nacidos entre 1996 y 2002, y los Z2, nacidos entre 2003 y 2010.
Este asunto de determinar con exactitud los años, es quizás bastante difícil ya que se acerca a la actualidad. Así que podemos tomar a los Z aproximadamente desde 1996 hasta el período que va entre 2006 y 2010.
Generaciones
En general, los integrantes de la Generazión Z son hijos de la Generación X, que es la que estaba antes que la Y.
Para explicar esto mejor, recordemos las distintas generaciones desde los años 40. Los llamados Baby Boomer fueron los nacidos entre 1940 y 1963. Caracterizados por haber venido al mundo en masa, en una de las explosiones demográficas más grandes de la historia.
Luego sigue la Generación X. Esta va del año 1964 a 1980. La principal característica que define a esta generación es el escepticismo. Crecieron durante la Guerra Fría y la inminente guerra nuclear.
A continuación aparece la Generación Y, de la que ya hemos hablado. y finalmente, la Z, que son los niños y adolescentes de hoy en día.
Contrariamente a lo que se cree, los millennials no son quienes nacieron después del 2000. Los millennials o Generación Y se corresponden al periodo 1982-1996. Quienes vienen después son parte de la Generación Z, también llamados centennials.
Cómo es la Generación Z
La Generación Z se caracteriza por haber crecido en un mundo digital. Incluso mucho más que las generaciones que la precedieron.
Los Z manejan con naturalidad celulares, tablets y computadoras. Dominan distintos tipos de tecnologías que ya estaban allí cuando nacieron. Facebook, YouTube, Instagram, WhatsApp, Snapchat, TikTok son parte de su rutina diaria.
Consideran amigos a los contactos de las redes sociales, no utilizan el teléfono para hablar, sino para chatear. Pasan mucho tiempo conectados a sus dispositivos electrónicos y mucho menos jugando en el mundo físico real, en comparación con generaciones anteriores.
La pregunta que cabe hacerse es si toda esta dependencia de la tecnología y especialmente de internet no es demasiado grande al punto de que sin ella, están perdidos.
Algunas características importantes de los Z es su falta de atención de forma continua a un único tema y su permanente impaciencia. Pasan de un asunto a otro de forma rápida y esperan una respuesta inmediata y corta de aquello con lo que interactúan. Como si todo fuera una aplicación de celular o una página web. De ahí el nombre alternativo de Generación Web.
Los jóvenes de la generación Z son, en general, impacientes y optimistas.
Los especialistas creen ver en los Z a una generación optimista aunque con algo de preocupación por el planeta. Habrá que ver si esto es realmente así o si es solo una etapa por la que todos los niños pasan influenciados por las escuelas y el entorno social. Deberán pasar muchos años para saber si el compromiso de esta generación con la ecología es auténtico.
El futuro de la Generación Z
Al igual que ha ocurrido con los Y, los Z ya están siendo estudiados por las empresas. Es que en poco tiempo la primera camada de estos jóvenes llegarán al mercado laboral.
Cada organización buscará adaptarse lo mejor posible. Intentarán potenciarlos para poder obtener los mejores resultados. Lo mismo ocurre con los especialistas en marketing, que ya hace tiempo los siguen de cerca. El objetivo de estos profesionales es evaluar su perfil de consumo.
Tal vez haya que darles un tiempo más para poder determinar cuáles son sus virtudes y defectos. Y esperemos que el saldo sea positivo, puesto que la estela que dejen será seguida por la siguiente generación.
¿Cuál es la siguiente? La Alfa, que ya está empezando a aparecer. Se trata de los hijos de la Generación Y. Pero eso es otra historia. Por ahora podemos dejar en paz a estos bebés para que crezcan tranquilos.
Fuente y para seguir leyendo
- Vilanova, Núria (Autor)
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